martes, 7 de septiembre de 2010

Ayer.


Ayer te extrañe, los segundos pasaron tan lentos asemejando a las horas hirientes y dolorosas que se clavan en mi pecho como espinas de rosas.

Ayer estuve pensando en ti, tomando de la mano a mi imaginación, sintiendo pena por esta triste desilusión que arroja mis pensamientos en un vacio rincón.

Como extraño verte y escuchar tu voz, no tienes una idea, no imaginas cuanto, que solo pienso en ti y son tuyos mis suspiros, eres el día, la tarde y la noche, pero eres aun eso y más, va mas allá de mi pensamiento, de mis fuerzas de mi ser, va mas allá del miedo que pudiera sentir, va mas allá de mis sueños que se mezclan con tus labios; va mas allá de lo que un día imagine.

¡Ayer pensé tanto tiempo en ti y te extrañe! Desde hace veinte días que han pasado tan rápido en el calendario y acepto que te extraño y no quisiera hacerlo tanto, de nada me sirve porque no puedo verte.

Ayer te extrañe, y hoy también y en estos momento te extraño y si mañana despierto lo volveré a hacer y si no despertara te seguiré extrañando porque ya va mas allá de la muerte, es algo que ya no se detiene, es la reacción en cadena que provoco que todos los sentidos chocaran como en efecto dómino.

Ayer te extrañe tanto y ya no es normal; me encantaría ya no pensar en ti amor mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario