jueves, 23 de septiembre de 2010

Olvido.


Olvidar… Es un verbo difícil de llevar a la práctica, es una palabra compleja de la cual desconozco su significado exacto.

Hoy quisiera entender de que manera te puedo olvidar, de que manera lanzo tus recuerdos al olvido; no es sencillo, no sé cómo hacerlo, no encuentro aunque sea un pretexto para intentarlo; el olvido es algo que aun no he practicado, me declaro un perdedor enfrente del olvido, fácilmente pierdo la batalla en esta complicada guerra.

Mis recuerdos se cubren de polvo pero siguen ahí como libros en librero; el olvido es pequeño, diminuto gigante, no se hace presente no logro encontrarlo, no sé quién es, no lo conozco.

¿Cuál es el camino que me lleva hacia el olvido?

Lo difícil se vuelve imposible, complicado, si el olvido fuera un deporte yo no sería un destacado atleta. El olvido se ha olvidado de hacerme olvidar, por lo tanto tu eres el más fresco de mis recuerdos, el principio de lo inolvidable, el principio de este ciclo que hoy se cierra.

Hasta luego… Adiós.

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