lunes, 23 de agosto de 2010

Sueños II


A veces sueño que tomas mis manos, sueño que vienes aquí, conmigo.

Todo es tan real, cada trazo de tu rostro, tu sonrisa traviesa y tu mirada coqueta; luz, todo es luz, todo eres tú, tan real.

A veces sueño mis perdidas ilusiones que cabalgan sobre tu piel, sobre la rosa de tus vientos, donde mueren los prejuicios, donde nacen los deseos, donde se elevan los sentimientos y los suspiros hasta topar con el infinito.

Sueño que un abrazo se vuelven mil y que las miradas van más allá de nuestros ojos, es más profundo, es más intenso; todo va adquiriendo forma, todo tienen una razón, solo son sueños, pero esto va mas allá, entre cada latido, con cada alteración de tu respiración, cada sueño va adquiriendo la belleza de tu figura, con las curvas del deseo.

A veces sueño tu sensualidad reprimida, sueño momentos etéreos que son creados por mi imaginación y son traídos a la realidad de mis sueños.

A veces sueño esos sueños interminables que no son solo de una sola noche, me llenan más de un par de años, no solo dormido, también los sueño despierto.

Sueño cada detalle de ti, desde las puntas de tus tibios pies hasta tu ultimo cabello; paso por paso y cada uno de tus gestos, lagrimas y risas; sueño tus sueños, tus días y tus noches.

A veces sueño que tomas mis manos y besas mis labios, me hablas, es la melodiosa voz que me regresa, me hace soñar, me lleva a las dimensiones que jamás imagine; es la sensación de un flechazo de Cupido, atravesando de extremo a extremo mi tuyo corazón.

Sueño tus emociones y sensaciones, te sueño dormido y también despierto; es como perderme dentro de tu mirada, naufragar en el mar abierto de tu piel.

Es toda una aventura soñar que te sueño, porque te sueño de invierno a invierno, beso tus labios y tu piel sobre la luna desnuda, eres mi sueño interminable, lo que quiero soñar y vivir por siempre.

Tú, sueño de mis cuatro estaciones.

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